COMENTARIOS - CONCORDANCIAS

¿HA TENIDO QUE VER LA "MUNDANIDAD" EN LA NEUTRALIZACIÓN DE PRADO NUEVO ...? (2)

¿Por qué caemos en las redes del enemigo?

Vimos en la pasada reflexión cómo la Virgen nos avisaba de las intenciones del enemigo en Prado Nuevo: "date cuenta de que el enemigo está rodeando todo esto y no sabe por dónde atacar." (Mensaje, 2-10-1981)

Desde nuestros primeros padres, él ha aprendido a hacer todo lo posible para separarnos de Dios. Sabe que si lo consigue, nos tiene en su mano, tiene la batalla ganada. Así lo vemos en los engaños de Balaam, haciendo pecar a los israelitas y apartándolos del favor de Yavé: (Num.25,1-2) “Moraba Israel en Sitim; y el pueblo se prostituyó por el trato con las hijas de Moab, las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses. "

No les valió saber lo que nos cuenta el libro del Levítico (26,3-13), las promesas que Yavé ofreció a su pueblo si guardaban los mandamientos y los ponían por obra. Ni de que acto seguido, también les advertía de las consecuencias de no cumplirlos (Lev. 26,14 ss.)

Esta infidelidad es una constante en la historia de la humanidad y nosotros corremos el riesgo de que nos suceda lo mismo, si desdeñamos las experiencias de la Historia de la Salvación, no estamos en guardia y no pedimos ayuda y auxilio Divino.

¡AH NO, ESO SERÁ A OTROS, NOSOTROS ESTAMOS BENDECIDOS EN PRADO NUEVO, NOSOTROS NO PODEMOS CAER EN INFIDELIDAD A DIOS!

Pues no, no nos creamos tan buenos e infalibles, porque ya la Virgen nos avisó en el mensaje del 2-6-1984 lo que puede ocurrir a pesar de tener el "sello": "Pero si las almas no aceptan cumplir con los mandamientos de la Ley de Dios, no se salvarán, aun con ese sello, hijos míos."

Para comprender mejor lo que le sucede al alma en estos casos, nos viene bien la hermosa homilía del Papa Francisco del pasado día 17 de Marzo de 2022, al comentar el Evangelio del rico que banqueteaba y el pobre Lázaro, haciendo bien en aplicárnosla todos, también los miembros de la Obra de Prado Nuevo y su entorno.

Dice el Papa: "el hombre mundano no es capaz de ver la realidad, puede ir a misa, puede rezar, puede hacer muchas cosas; pero la mundanidad le ciega, porque es un pecado sutil, es más que un pecado: es un estado pecaminoso del alma"; y añade, por algo Jesús pidió al Padre, en la oración de la Última Cena: "Cuida a estos discípulos, de modo que no caigan en el mundo."

¡SI TENEMOS UN BUEN CONFESOR PODEMOS ESTAR ALERTA PARA NO CAER O ENDEREZAR EL RUMBO SI ANDAMOS INMERSOS EN LA MUNDANIDAD, PERO SI ESTAMOS HUÉRFANOS...!

Como en la parábola de la higuera, necesitamos conversión, necesitamos dar fruto. Disponemos de un año más, si no, podemos ser cortados.

¡MISERICORDIA, SEÑOR, HEMOS PECADO!

M.S.G.