PRIMER MENSAJE EN PRADO NUEVO EL 14 DE JUNIO DE 1.981
A mediados de junio de 1.981 la Virgen Dolorosa, sobre la copa de un fresno, junto a la fuente, en Prado Nuevo, le ha dicho:
"Soy la Virgen Dolorosa. Quiero que se construya en este lugar una capilla en honor de mi nombre. Que se venga a meditar la pasión de mi Hijo que está completamente olvidada. Si se hace lo que Yo digo, habrá curaciones: este agua curará... Haced penitencia, haced oración."
"El castigo está muy próximo. Será el juicio de las naciones, el día del Creador. Si no hacemos caso de la Virgen, no habrá trabajo, habrá muchas miserias, sobre todo en España. Los que están en gracia de Dios, que no teman no les afectará en nada el castigo que enviará el Señor".- "Di a todos que procuren hacer apostolado en cualquier parte del mundo; que necesitan muchas almas el mensaje de su Madre celestial".- "Haced, hijos míos, haced muchos sacrificios por los pecadores. Muchos están en el infierno porque no han tenido quien rece por ellos".- "Haced caso. Mandad mis mensajes por todo el mundo".- "Sé humilde. Sin humildad no se ganan almas".- "Muchos creen que esto tuyo es obra de Satanás. No lo creas, hija mía, Satanás destruye, no construye".- "Para darles las moradas celestiales a las almas su Padre misericordioso está esperando que se conviertan".- "Me están crucificando diariamente por su falta de amor a los demás. Por su impiedad, Dios va a castigar sin piedad".- "Llamo a los que han sido humillados, calumniados por mi causa. Hijos míos, estoy en vosotros ¿a quién podéis tener miedo?".-"Tenéis que ser fuertes. Date cuenta, hija mía, de que Yo estoy con todos los que tienen buena voluntad. Y, estando Yo, nada temáis".- "Reparemos ¡pobres almas, qué pena me dan! ".- "Estoy día y noche en el Sagrario por todos. Me encuentro. allí presente como el mejor de los padres, como el amigo más fiel, con un amor inmenso ¡Pobres pecadores! No merecen estos sacrificios tuyos, míos y los de tantas almas escogidas para su salvación. Tú, hija mía, no te alejes de Mí. Te espero día y noche, Dame consuelo. Abandónate en Mí y diles a todos que los espero, que quiero salvarlos a todos con mi Corazón. Que visiten a su Prisionero".- "Sé humilde. No te abandones. Haz penitencia por los pobres pecadores. Adiós, hija mía, te doy mi santa Bendición."
COMENTARIO A LOS MENSAJES
14-Junio-1981
"Soy la Virgen Dolorosa. Quiero que se construya en este lugar (señala con su mano la ubicación) una capilla en honor a mi nombre. Que se venga a meditar de cualquier parte del mundo la Pasión de mi Hijo, que está completamente olvidada. Si hacen lo que yo digo, habrá curaciones. Esta agua curará. Todo el que venga a rezar aquí diariamente el santo Rosario, será bendecido por mí. Muchos serán marcados con una cruz en la frente. Haced penitencia. Haced oración".
Estas frases quedarán grabadas, ya para siempre, con letras de oro en las páginas de una historia admirable, que se inicia en noviembre de 1980 -con varios casos extraordinarios y manifestaciones- hasta llegar a la fecha clave de 14 de junio de 1981, comienzo de las apariciones en el fresno de Prado Nuevo, cuando fueron pronunciadas las sencillas pero profundas palabras, que acabamos de transcribir, y que resumen el espíritu de los mensajes, que se han prolongado durante más de veinte años. Era el domingo de la Santísima Trinidad, como para indicar el Cielo con ello que todo procede de Dios, Uno y Trino, y a Él ha de conducirse todo también, y como queriendo precisar la misión de la Virgen en toda aparición suya auténtica: encaminar las almas a Dios y a la Iglesia, en sintonía con aquellas palabras del Evangelio pronunciadas por Ella misma en las bodas de Caná: "Haced lo que Él os diga" (Jn 2, 5).
La devoción o "advocación" de la Virgen de los Dolores podemos afirmar que es tan antigua como la Iglesia misma, pues nació en el Calvario, al pie de la Cruz, cuando María se hizo Corredentora con Cristo para la salvación del género humano. Lo único que ha hecho la Virgen en Prado Nuevo es traer a la memoria de los hombres del tiempo actual esta realidad: el sufrimiento redentor de Jesús y los dolores de su Madre, como consecuencia de los pecados de la Humanidad.
Por otra parte, es la primera vez que nuestra Señora pide la capilla, petición que repetirá en diferentes ocasiones, a través de los años. Detalla su finalidad: meditar la Pasión de su Hijo, de la que muy pocos se acuerdan. Podemos decir que, incluso entre nosotros, como cristianos, es un tema que se considera ligeramente; en cambio, escribía san Juan de la Cruz: "Es cosa muy buena y santa pensar en la pasión del Señor y meditar sobre ella, ya que por este camino se llega a la santa unión con Dios. En esta santísima escuela se aprende la verdadera sabiduría, en ella la han aprendido todos los santos" (Carta I, 43).
Promete la Virgen curaciones, si se cumplen sus deseos: "Esta agua curará", refiriéndose a la que mana de la fuente cercana al fresno; y también bendiciones para los que acudan a rezar el Rosario a este lugar escogido por Dios; así como marcas espirituales con una cruz en la frente, signo de la protección del Cielo. Hace al final dos peticiones, que contienen dos de las palabras más repetidas en los sucesivos mensajes: "Haced penitencia. Haced oración". La penitencia es necesaria para alcanzar la vida eterna y un medio para obtener el perdón de Dios. Dice el libro de Ezequiel: "Si el impío hiciere penitencia de todos sus pecados [...] tendrá vida eterna y no morirá" (Ez 18, 21). La oración es el alimento imprescindible para el alma y medio de unión con Dios y de santificación. Basten, para terminar, unas palabras del Pontífice actual para animarnos a orar sin desfallecer: "¡No dejéis de orar! ¡Que no pase un día sin que hayáis orado un poco! ¡La oración es un deber, pero también es una gran alegría, porque es un diálogo con Dios por medio de Jesucristo!" (Juan Pablo II, Aloc., 14/3/1979).
"Haced apostolado por todas las partes del mundo,
hijos míos,
extended los mensajes, hijos míos.
¡Cuántos se ríen de mis mensajes!
Llevadlos por todos los rincones de la tierra.
(Stma. Virgen: 1-10-1983)