COMENTARIOS - CONCORDANCIAS
(Jn.14,23)
¿Nos sigue diciendo algo el Evangelio? ¿Lo tenemos verdaderamente en consideración?
Porque hay momentos en la vida del cristiano que cuando hay que demostrar nuestra fe, nos quedamos en "fuera de juego".
Si algún cristiano quiere saber a cuanto sube el termómetro que marca el amor que siente por Jesucristo, lo tiene claro. Este versículo 23 del Evangelio de San Juan no ofrece duda. Amar a Cristo es guardar su palabra. O sea, en la medida que guardes su palabra, en esa medida le amas.
Pero si no guardamos su palabra, es que no le amamos, o al menos no le amamos como merece ser amado.
Alabar, adorar, y hasta agradecer a Jesucristo es fácil..., pero seguir a Jesucristo, es otro cantar. Guardar su palabra: amando, perdonando, dándonos a los demás..., es amarle a Él.
Y esta revelación de Jesús es clara, pero si alguno duda, que medite el versículo siguiente: "El que no me ama no guarda mis palabras."
El premio de amarle es insuperable: "Mi Padre le amará, vendremos a él y haremos morada en él."
Pero ahora, hermanos, el obstáculo mayor para conseguir esto y progresar en la fe, es llegar a caer en la senda de los que actúan con pequeñez espiritual, de los que cuelan el mosquito y se tragan el camello, de los que Jesús llamó "sepulcros blanqueados" (Mt.cap.23)
Si algún peregrino, o cristiano de a pie, o miembro de la Obra de Prado Nuevo no hace mucho caso al Evangelio, ni tiene en consideración las enseñanzas maravillosas de los mensajes de la Virgen y del Señor en ese bendito lugar, corre el riesgo de abrazar esa "pequeñez espiritual".
Como ayuda para conseguir superar las dificultades, podemos añadir a nuestras guías principales de formación, el librito que recoge los pensamientos de Luz Amparo, ya a la venta en la tienda de la "nave Ave María" dirigida por la Asociación Pía, en Prado Nuevo.
Y NO HAY OTRO CAMINO. CUANTO MÁS TIEMPO ESTEMOS SIN "AMAR A JESUCRISTO", COMO ÉL NOS PIDE Y SE MERECE, MÁS TIEMPO ESTARÁ NUESTRA ALMA EN PELIGRO DE SEGUIR POR LA SENDA DE LOS DE "PEQUEÑEZ ESPIRITUAL".
¡SEÑOR, PEQUÉ, TENED PIEDAD Y MISERICORDIA DE MÍ Y DE TODOS LOS PECADORES DEL MUNDO!
M.S.G.
