BIBLIA - SÍNTESIS.162
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SÍNTESIS.162
26-6-23
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Las obras del amor, ley suprema del juicio.-
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La ocasión más solemne en que Cristo ha hablado de esta materia es cuando nos da la norma que El ha de tener para juzgarnos en el último día.
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Es al final de la vida de Jesús. Nos lo cuenta el Evangelista Mateo en aquel último gran discurso de Cristo, casi en vísperas de su muerte.
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Cristo nos da la escena del Juicio último al comparecer todos los hombres ante Dios. Y nos asevera que ésta será la regla suprema que empleará para juzgar nuestra conducta: el amor que hayamos tenido a nuestros hermanos.
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«Porque tuve hambre y me disteis de comer...» (Mt 25, 31-46).
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Parece como que Cristo no ha de tener presente sino este comportamiento nuestro con los demás.
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El se ha identificado plenamente con todos y cada uno de los necesitados que han pasado a nuestro lado en la vida.
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Y aún apurando más, podríamos decir que el premio o castigo será por actos de supererogación, pero en la línea del amor.
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Aparentemente, no por actos indispensables, de obligación estricta. Y si aún queremos más, el castigo máximo se deberá a pecados «de omisión».
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Por no haber amado a mi hermano, yo seré privado para siempre del amor de Dios.
LOS HECHOS DE CRISTO
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M.S.G. |