¿Era el Infierno desconocido en el Antiguo Testamento? Fases de la Revelación.
Que haya habido un progreso en la revelación ya lo hemos advertido antes, y esto lo tienen que reconocer los Testigos, con sólo repasar la Biblia.
Entre los puntos de doctrina que han progresado está éste del infierno. ¿Por qué?
Esta ha sido la voluntad de Dios.
Pero decir que el infierno haya sido desconocido en el Antiguo Testamento es negar una verdad.
En lo que se refiere a retribución (premio y castigo) tenemos en el Antiguo Testamento la siguiente situación:
1º. Una doctrina general: Dios es justo, juez y santo (Sal 7, 12 y 145, 17). Escudriña los corazones (Sal 7, 10 y 94, 11). Premia a los justos y castiga a los impíos (Sal 5, 5-6 y 11; 94, 23). Y juzgará a unos y a otros (Ecle 3, 17).
2.° Sobre esa doctrina general, encontraremos otra superpuesta. Se dice que a la virtud no corresponde siempre un bien terreno; que, a veces, se encuentra el impío sin castigo (Sal 10, 1-3; 94, 3-7);
y el justo es perseguido (Sal 10, 8-10 69, 2-22). Y aquí surge el angustioso problema del mal sobre la tierra, y la consecuencia de un premio en la otra vida, y su contrapartida, un castigo.
3.° Se añade aún más luz con la doctrina del juicio, que Dios se reserva para condenar a los impíos y premiar a los justos (Sal 1, 5; Sal 98; Is 24, 21-23; Ez 38 y 39; Mal 3, 16).
4.° Un paso ulterior, hacia una doctrina más positiva, lo encontramos en la idea de un premio ultramundano, reservado a los justos y excluidos los impíos (Sal 16, 10). "No dejarás mi alma en el sepulcro...",
pues, aparte de aplicarse este salmo a Cristo, es un hecho que el salmista registra una vida, en presencia de Dios, más allá de la tumba, en la que espera... (Véase también Sal 17, 15).
5.° Finalmente, encontramos la categórica afirmación de que al impío le están reservados el dolor y la infamia eternos (Dan 12, 2).