TRIBULACIONES Y LUCHAS

Estas luchas las va a llevar siempre el cristiano consigo. San Pablo, en todos sus escritos,

deja constancia de que el camino de la fe está lleno de tribulaciones y luchas, son inseparables

del creyente, del "santo", como les llama el Apóstol.

Estas luchas, sin las gracias divinas, serían insuperables.