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14-may-23

MEDITACIÓN.29

NIÑOS DE FÁTIMA.

Ayer se celebró la Fiesta en honor a la Virgen de Fátima. Se le apareció a tres niños en Cova de Iría, Portugal, (Francisco, Jacinta y Lucía)-. Su historia es mundialmente conocida, y aceptada por la Iglesia.

Como todas las cosas de Dios tienen relación, veamos qué nos dice el mensaje de Prado Nuevo del DÍA 13 DE MAYO DE 1984:

LA VIRGEN:

“Hija mía, es una fecha muy importante. En estas fechas, hace años, me aparecí a unos niños; hice mi presencia, pero ¡cuanto costó creerlo!, hija mía; pues los niños sufrieron mucho…”

En todas las apariciones o manifestaciones de la Virgen o del Señor, los videntes han sido perseguidos, en mayor o menor escala. También se sufrió en Prado Nuevo (ACORDAROS LAS DE LOS AÑOS 90), y aunque fueron cesando en intensidad, todavía hoy en día se producen de alguna manera. Es una señal inequívoca de la presencia real de Dios.

Y fijaros en un detalle. Si a unos niños inocentes, Dios permitió esa persecución y sufrimiento, si lo trasladamos a un ejemplo cercano y actual, qué no va a suceder con Prado Nuevo.

Serán motivos diferentes, pero persecución real, provocada por todo aquél, o que no está de acuerdo con esas apariciones (sacerdotes y seglares), o que estándolo, no termina de aceptarlas tal como están escritas y pedidas por la Virgen o el Señor, y quiere que sean a su comodidad o provecho.

La paciencia de Dios es infinita y lo demuestra continuamente con sus hijos. Y sabéis por qué, pues por una causa que nos demuestra su gran amor: (1Tm.2,4) “Dios quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad”. En este ejemplo de Fátima lo vemos. En el caso de los Niños, dice la Virgen que “¡cuánto costó creerlo”! Pero a pesar de la tozudez de los hombres, Dios lo hizo prosperar y fueron cayendo las “torres”. Muchos tuvieron que hacer “borrón y cuenta nueva”. Tuvieron la valentía de hacerlo. Los que siguieron incordiando, quedaron para la Justicia de Dios.

En Prado Nuevo, como no podía ser menos, hubo persecución. Los cimientos de una Obra de Dios, zozobraron. Sufrieron, la Obra, sus miembros y sus seguidores. Pero llegó el momento de Dios. Lo podemos ver en el mensaje del 5-8-1995.

LA VIRGEN: “¿No veis, hijos míos, cómo Dios, vuestro Creador, os ayuda con la oración? La oración tiene poder. Se ha acabado la batalla. Los ángeles han luchado contra vuestros enemigos y han ido cayendo uno a uno, han conseguido la victoria. Por eso os digo, hijos míos, que aunque aún queda algún enemigo, también irá cayendo como no se convierta y sea capaz de reconocer sus pecados y sus miserias.”

Cuando una Obra de Dios tiene problemas y empieza la desunión, es que algo no funciona bien y para volver a la armonía, al buen juicio y a la normalidad, todos tienen que ir de la mano de la Iglesia en la misma dirección. Todos tienen que arrimar el hombro en AMOR, UNIÓN Y PAZ.

No hay otro camino, y si se sigue, la Virgen puede evitar recurrir a los ángeles para hacer caer a los que sigan poniendo “chinas” en las ruedas de la carroza de la SALVACIÓN.

M.S.G. 14-5-23