BIBLIA - SECTAS

TESTIGOS DE JEHOVÁ

"ERRORES Y REFUTACIONES"

  • SECTAS.21

  • 27-11-23

  • Un testimonio claro de la divinidad de Cristo nos lo da el pasaje 20,28 del Evangelio de San Juan, cuando Tomás, ya realmente convencido de la Resurrección del Señor, exclama ante El:

  • «¡Señor mío y Dios mío!».

  • El siguiente versículo no sólo no demuestra que Cristo-pretendiera convencerle del error sobre su divinidad, sino todo lo contrario.

  • «Dícele Jesús: Has creído porque me has visto. Dichosos los que, aun no viendo, creen» (Jn 20, 29).

  • Frente a este hecho tenemos que decidirnos por una de estas soluciones o Cristo quiso engañar a Tomás o Tomás blasfemaba o Cristo es verdadero Dios.

  • Sólo insinuamos un par de argumentos más:

  • 1.º «... sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero.

  • Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna» (1 Jn 5, 20).

  • Este versículo lo explica así un insigne escriturista:

  • «Todo el v. 20 forma una unidad cerrada, un pequeño compendio de cristología joánica.

  • La comunión con Dios ha llegado a ser para nosotros una realidad permanente por y en Jesucristo.

  • Aquí tenemos la testificación más clara y más enérgica de la divinidad de Jesucristo.

  • No solamente es Hijo de Dios, sino el Dios verdadero y Vida eterna.»

  • (Rodríguez Molero. «La Sagrada Escritura», núm. 214, pág. 521. BAC. 1962.)

  • 2.° La repetición hasta siete veces -número perfecto según los hebreos- del Nombre sagrado de Yavé, «Yo soy» (Ex 3, 14), que Jesús mismo se aplica en el Evangelio de San Juan.

  • Véase, por ejemplo, (Jn 8, 24. 28. 58; 13,19).

  • (Algunos traductores no han caído en la cuenta de esta intención de San Juan y ponen una frase equivalente «soy yo», «existo yo».

  • La Biblia de Jerusalén -entre otras- ha captado el matiz que notamos y que encaja perfectamente con el espíritu del Evangelio de San Juan;

  • y que es de una fuerza probativa absoluta de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.

  • Porque a poco que se entienda del Nuevo Testamento, es sabido que el Evangelio de San Juan tiene como fin primordial señalar a una con la Humanidad verdadera de Cristo, su Divinidad, en la que Cristo es igual al Padre.

  • Se ve ya con toda evidencia en el Prólogo a su Evangelio.)

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M.S.G.